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¿Cuántos años perteneció Portugal a España?

30 de junio de 2025
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Portugal formó parte de la monarquía hispánica durante 60 años, entre 1580 y 1640. Todo comenzó tras la muerte del rey Sebastián en Alcazarquivir y la extinción de la línea dinástica directa. Felipe II de España, nieto de Manuel I de Portugal, reclamó el trono y logró imponerse gracias a su poder diplomático y militar. En 1581, las Cortes de Tomar lo reconocieron como rey de Portugal, lo que dio origen a la llamada Unión Ibérica

A diferencia de una anexión, esta unión mantuvo a Portugal como un reino independiente con sus propias leyes, instituciones y moneda, aunque bajo un mismo monarca con residencia habitual en Madrid.

Unión Ibérica
► La Unión Ibérica llevó a Felipe II a adoptar la frase en latín: "Non sufficit orbis". El mundo no es suficiente.

La unión Ibérica ofrecía ventajas estratégicas. Al estar bajo una misma corona, los dos imperios globales —el portugués y el español— cubrían casi todo el planeta. Las rutas de navegación se coordinaron, y se logró una defensa más efectiva frente a rivales como Inglaterra y Holanda. Sin embargo, esa misma política arrastró a Portugal a conflictos que no siempre le convenían. Los comerciantes portugueses sufrieron por el bloqueo inglés, y Holanda aprovechó la debilidad militar para ocupar varias plazas en Asia y África. Poco a poco, creció el resentimiento hacia una corona que no parecía defender con la misma energía los intereses lusos.

El fallecimiento de Sebastián I en Alcazarquivir, contra el consejo de Felipe II, llevó al monarca español a heredar la corona de Portugal.

A pesar de los conflictos, la unión permitió a la península alcanzar un poder mundial sin precedentes. Desde Filipinas hasta Brasil, desde Goa hasta Sevilla, los territorios gobernados por Felipe II y sus sucesores formaron el mayor imperio de la historia de la Humanidad. Esta estructura permitió avances en cartografía, comercio, ciencia y arte. Muchos portugueses participaron en esa maquinaria imperial, y también llevaron sus saberes a otras partes del mundo. El prestigio internacional de Iberia aumentó, y muchos beneficios se compartieron entre ambos pueblos.

Portugal no renunció a su soberanía y fueron los intereses nobiliarios y la subida de impuestos lo que acabó con la Unión Ibérica

Portugal y España separaron sus caminos en 1640, con la proclamación de Juan IV y el inicio de la dinastía de Braganza. Sin embargo, el recuerdo de aquella unión permanece.

Portugal celebra cada 1 de diciembre la restauración de su independencia. Una fecha que se declaró oficial tras la proclamación de la República en 1910. Una fecha que se escogió a mitad del siglo XIX por «a Sociedade Histórica da Independência Nacional», creada en 1861, en respuesta al movimiento iberista. 

Hoy, más de cuatro siglos después, sigue siendo una referencia para quienes creen en la cooperación ibérica sin renunciar a la soberanía.