Unión España y Portugal Península
Adrián Gebé

¿Es posible la unión de España y Portugal?

La unión de España y Portugal no es posible por una serie de retos multisectoriales, que impiden un mayor entendimiento entre ambos países.

Viernes, 20 de junio de 2023

Tiempo de lectura: 5 minutos

La idea de una posible unión entre España y Portugal ha sido objeto de debate y especulación durante muchos años.

Ambos países comparten una historia y una cultura similares, y una península. Sin embargo, a pesar de estas similitudes, la unión entre España y Portugal en la actualidad presenta varios obstáculos y limitaciones que dificultan su realización.

En este artículo, analizaremos las razones por las cuales esta unión no es posible en la actualidad y exploraremos algunos de los desafíos que se presentarían en el camino hacia una posible unificación.

Te dejo para que leas aquí el artículo de las fases del iberismo, siendo el de la unión, la última de ellas. 

La unión de España y Portugal no es posible en la actualidad. Te contamos por qué...

1. Diferencias culturales y lingüísticas

Si nos ponemos a mirar a nuestro alrededor, Portugal y España, son los países más afines de su entorno. Pero, aún a pesar de eso, la evolución ha marcado una serie de diferencias que complican la unión de España y Portugal. 

La primera de esas diferencias es la lengua. Y no tanto en los portugueses como sí en los españoles, a quiénes les cuesta entender la lengua hermana. Por lo que, antes de pensar en cualquier tipo de unión política, debemos garantizar la intercomprensión lingüística entre ambas naciones. 

Existen importantes diferencias culturales y sociales, aún a pesar de ser los países más afines del entorno.

A las barreras en la comunicación, debemos sumar las diferencias culturales y tradicionales de ambos países. Y te pongo un ejemplo muy claro, como es el día de las bromas. Mientras en España lo hacemos el día 28 de diciembre, en Portugal se hace el 1 de abril. Son nimiedades, pero que poco a poco, construyen barreras que impiden plantear avances significativos en el iberismo. 

Son desafíos que debemos afrontar para garantizar un proceso de cohesión social y político lo más transparente y democrático posible. ¿Esto quiere decir que uno de los dos tiene que cambiar? No necesariamente, lo que debemos entender es que la heterogeneidad es una de nuestras señas de identidad y la armonización se deben dar en ámbitos administrativos, económicos o políticos, por ejemplo. 

2. Asimetrías políticas y administrativas

Así las llamamos en la Sociedad Iberista, y les dedicamos aquí un artículo.

Y ya lo sabes, España y Portugal son dos países con sistemas políticos y administrativos diferentes. Mientras Portugal es una república y un estado fuertemente centralizado, España es una monarquía con un estado descentralizado, caracterizado por un híbrido federalismo, que conocemos como sistema de las autonomías. 

Portugal le da mucha importancia a las comarcas, en España no son tenidas apenas en cuenta, ni tienen estructura política ni independencia económica. 

Es necesario un proceso serio de armonización y fusión de estructuras que no está sobre la mesa. Un proceso complejo que precisaría de una renuncia significativa de soberanía por parte de ambos estados. ¿Estamos dispuestos a ello?

► Rui Moreira, Alcalde de Porto, habló de la posibilidad de crear una unión similar a la de países como Bélgica, Holanda y Luxemburgo (Benelux)

Para la unión de España y Portugal es necesario un proceso de armonización que no está sobre la mesa.

3. Intereses económicos y sociales.

La unión entre España y Portugal también enfrentaría desafíos en términos de intereses económicos y sociales. Cada país tiene su propia estructura económica y prioridades nacionales. La convergencia de estas economías y la distribución equitativa de los recursos serían asuntos difíciles de abordar.

Y te pongo un ejemplo claro. La entrada del Banco Santander en Portugal o del propio Mercadona, dio la sensación de suponer un handicap para algunas empresas portuguesas.

Un proceso que ha generado tensiones, y que finalmente se ven acallados, cuando se puede ver que una mayor colaboración entre España y Portugal, para afrontar conjuntamente los desafíos importantes que se presenten, es sumamente positivo para todos los ciudadanos.

Para la unión de España y Portugal es necesario un proceso de armonización que no está sobre la mesa.

4. Soberanía y nacionalismo.

La soberanía y el sentimiento nacionalista son las auténticas barreras de este proyecto. Hay que superar las barreras que puede provocar la rica heterogeneidad que nos da la historia peninsular. Aprovechemos este enorme recurso para crecer como sociedad. Tendamos puentes. 

Y es que, ambos países tienen una historia muy amplia y la identidad nacional está muy arraigada. La idea de renunciar a la independencia y fusionarse con otro país puede generar resistencia y descontento en algunos sectores de la población. Especialmente si no se construye de forma correcta.

Los movimientos separatistas en España o los sentimientos nacionalistas centrípetos podrían dificultar el consenso necesario para llevar a cabo una unión entre España y Portugal.

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► El actual embajador de Portugal en España, João Mira Gomes, ha promocionado un mayor entendimiento entre Portugal y España

La Conclusión

Aunque la posibilidad de una unión entre España y Portugal puede parecer atractiva desde un punto de vista histórico y cultural, la realidad actual presenta numerosos obstáculos y limitaciones.

Como sabes, la Sociedad Iberista trabaja en este objetivo desde 2018, tratando de completar una primera fase del iberismo. Una fase donde las asimetrías políticas, culturales o administrativas (entre otras), se vayan diluyendo o adquiriendo de forma natural por las partes interesadas. 

Tenemos una espacio enorme por donde ir garantizando una mayor integración, sin bordar directamente una unión política. La creación de un Eje Ibérico de cara a Europa, la recuperación de los lazos con la iberofonía, el desarrollo transfronterizo y la creación de estructuras comunes, son algunos de los ejemplos. Y ahí es dónde el iberismo tendrá éxito. 

Y aunque no renunciamos a nuestro objetivo final, debemos ser conscientes del reto que supone que Portugal y España lleguen a ser algún día Iberia. 

Adrián Gebé

Coordinador General de la Sociedad Iberista, conferenciante y divulgador iberista