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Otros ejemplos en Europa

29 de marzo de 2020

Es difícil explicar lo que es el iberismo o lo que se pretende hacer. Por eso hemos buscado ejemplos similares en Europa para lo que debemos hacer en la península ibérica si queremos un Eje ibérico.

ejemplos-iberismo

Cuando empezamos este proyecto, creíamos que estábamos solos, que a pocos les interesaría la idea de una Portugal y una España construyendo una vía de colaboración mucho más estrecha que las actuales, las cuales en la actualidad, se reducen a una cumbre anual entre ambos países y alguna que otra reunión entre ministros homólogos.

Actividades todas, a la postre, insuficientes porque hablamos de reuniones que no tienen un objetivo claro de desarrollo de la integración europea y que normalmente no tratan de dirimir los problemas que surgen constantemente entre portugueses y españoles.

Es hora de crear estructuras comunes.

Y es que, ésta es la mejor forma de llevar a cabo la creación de un EJE IBÉRICO que nos permita definir nuestras prioridades como residentes en la península ibérica, desde la cuotas de pesca, pasando por los ríos que compartimos, la siempre y tan mentada despoblación, la descarbonización de la sociedad, etc.

Son muchos los retos que debemos afrontar juntos, pero no tenemos una forma estable para ponernos de acuerdo. Todo, al final, depende del interés que suscite cada gobierno de turno. Algunos son más proclives y otros son más reticentes a alcanzar tratos decisivos entre vecinos, y eso es un error, porque no sólo compartimos frontera, sino muchos intereses, intercambios comerciales y espacios físicos.

De ahí que, desde la Sociedad Iberista aboguemos por crear estructuras comunes y que debamos fijarnos, necesariamente, en otros ejemplos ya existentes en Europa. A continuación, pasamos a enumerártelos:

1.- Consejo de ministros franco-alemán.

A diferencia de los siguientes ejemplos que te vamos a poner, este primero se caracteriza porque no tiene ninguna estructura común, pero en lo que a coordinación bilateral se refiere, es un paso más allá de las cumbres como las que realizan actualmente Portugal y España.

Estas reuniones se realizan dos veces al año, en el marco del Pacto de cooperación franco-alemán.

Ahora mismo, es lo más factible de cara al iberismo, si decidimos hacerlo en la península ibérica porque implicaría sentar las bases de ese eje ibérico y buscar frente comunes de actuación que fortalezcan posturas conjuntas ante la Unión Europea a cualesquiera otros organismos internacionales en los que participan Portugal y España.

2.- Consejo Nórdico

El siguiente paso que se podría dar, dada la afinidad que existe en la península ibérica, islas y ciudades autónomas es la creación de una organización interparlamentaria como es el Consejo Nórdico. Participan Islandia, Dinamarca, Suecia, Finlandia y Noruega, con las regiones autónomas de las Islas Feroe, Groenlandia y Åland.

Este consejo fue creado en 1962 para preservar y desarrollar la cooperación entre los estados miembros en asuntos jurídicos, culturales, sociales, financieros, de transportes y de la protección del medio ambiente. Y luego se añadieron temas de seguridad y política exterior.

¿A qué no es tan descabellado plantear un consejo de este estilo entre Portugal y España?

3.- Consejo de Estados del mar Báltico

Es un foro regional compuesto por once países, establecido con la Declaración de Copenhague de 1992 para intensificar las relaciones de cooperación y coordinación entre los estados del mar Báltico.

Desde su fundación, el CBSS ha contribuido a asegurar un desarrollo positivo dentro de la región del mar Báltico y ha servido como fuerza impulsora para la cooperación multilateral.

Al igual que con el Consejo Nórdico, cuenta con una Secretaría General.

4.- Visegrado

Otro ejemplo es el grupo del Visegrado. Es una alianza de cuatro países centroeuropeos: Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia. A día de hoy es, junto con el Consejo Nórdico, el mejor ejemplo en el que poder fijarse e imitar, para la construcción de nuestro propio grupo peninsular.

En el Visegrado defienden al unísono los intereses que comparten, conscientes de la importancia que adquieren cuando se postulan como grupo. Juntos, constituyen más de un 14% de la población comunitaria, por lo que les corresponden 106 de los 751 escaños en el Parlamento Europeo. Estas cifras permiten al grupo de Visegrado convertirse, en ocasiones, en un contrapeso para las posturas y los valores tradicionales de la UE. 

5.- Benelux

Por último, tenemos el grupo más conocido. Lo interesante de este grupo, sería poder «copiar» algunas de las instituciones que comparten, puesto que la unión aduanera ya la tenemos dentro del marco de la Unión Europea. Nuevamente vemos la figura del secretariado general, lo cual, nos resulta interesante, pero sobretodo, nos parece muy idónea la idea de compartir una corte suprema de justicia y una oficina de patentes y marcas unificada.

Como habéis podido observar, no es tan raro que el iberismo persiga como fin la creación de un «Eje Ibérico» entre Portugal y España. En Europa tenemos varios ejemplos que, como dijimos, marcan el camino a seguir.

Desde la Sociedad Iberista seguiremos empeñados en conseguir poner en marcha una estructura similar y pondremos en conocimiento de ambos países este anhelo.