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Iberia-Hispania, el origen de nuestro nombre.

30 de abril de 2022

¿De dónde viene el nombre España? Lo que en su día fue el sustantivo para referirse a toda la Península, hoy sólo es una parte de Iberia.

Iberia-Hispania

¿De dónde viene el término Iberia-Hispania?  Son muchas las conjeturas que se hacen a este respecto y en el texto de hoy analizaremos alguna de ellas. ¿Con cuál te quedarás tú?

Lo primero que debemos hacer es conocer un poco el proceso histórico y las distintas influencias a las que esta tierra fue sometida para llegar a conocerse por el nombre actual. 

Iberos, fenicios, griegos, púnicos y más tarde romanos hicieron de la península ibérica una tierra única, muy diferente al resto de territorios mediterráneos. 

Hacia el año 500 a.C., en Iberia-Hispania se observan diversas sociedades organizadas con peculiaridades comunes.

Desde finales del siglo VIII a.C. (Edad de Bronce) se había configurado un abanico social complejo, de características diversas según las regiones, que se han denominado pueblos prerromanos.

Hacia el año 500 a.C. estas sociedades en la franja costera mediterránea, estaban ya organizadas con peculiaridades comunes en cuanto al uso de la tecnología del hierro, a las costumbres funerarias, el uso del torno en las cerámicas y una estructura lingüística similar.

A partir del siglo IV a.C. esta cultura comienza a extenderse por amplias zonas del interior peninsular y zonas pirenaicas.

En esencia, esta civilización sobrevivirá hasta bien entrado el siglo II a.C. y, aunque los romanos conquistaron la península ibérica imponiendo su lengua y leyes, observamos a nivel arqueológico que la presencia y costumbres de estos pueblos prerromanos perdurarán varios siglos más tras la conquista.

Los griegos en primer lugar, llaman Iberia a la Península Ibérica, o eso dijo Herodoto. No obstante, España debe su nombre a la provincia romana de Hispania, con el cual se distinguía a nuestra península del resto de territorios mediterráneos.

Pero es curioso que “Hispania”  no tiene raíz latina, lo que ha llevado a formular diversas teorías acerca de su origen. Y nos gustaría explicarte hoy, alguna que otra versión. 

El término Hispania, no tiene raíz latina, sino fenicia.

Una de las teorías nos cuenta que nuestro nombre proviene del fenicio “I-spn-ya”, término que está documentado en inscripciones desde, al menos, el año 2000 a.C.

En el siglo XVIII se pensaba que ese término podría significar “tierra del norte” ya que “spn” significaba en hebreo y arameo “norte”, y se especulaba que los fenicios habían descubierto nuestro territorio bordeando la costa africana quedando de esa manera al norte.

La segunda de las teorías dice que cuando llegaron los fenicios a nuestras costas, lo primero con lo que se sorprendieron fue la abundancia de conejos y es por ello que bautizaron a nuestro territorio como shapán”, nombre con el que estos comerciantes denominaban a estos pequeños animales muy comunes en el norte de África y Oriente Medio. Por ello, se dice que los fenicios llamaron a esta región I-shepham-im, que se podría traducir como “costa de conejos”.

Cuando llegaron los romanos tomaron ese término e interpretaron el prefijo i (costa) con un significado más amplio pasando a denominarlo como región. Cicerón, Plinio el Viejo, Catón y Tito Livio se refieren a Hispania como “tierra abundante en conejos”, incluso se acuñarán monedas con deidades a cuyos pies aparece la figura de un conejo que personifica la península ibérica.

No obstante,  las teoría más aceptada en la actualidad nos cuentan que I-span-ya se traduce como tierra donde se forjan metales, ya que “spy” en fenicio (raíz de la palabra “span”) significa batir metales.

La abundancia de minerales estaría detrás del nombre de Hispania.

Pero bueno, lo único que podemos decir al respecto de estas especulaciones es que los fenicios partían de la península cargados de plata y oro. Y esa realidad se convirtió en historia, pasando a ser conocidas por otros pueblos que, rápidamente, comenzaron a sentir un inusitado interés por la rica tierra ibérica. 

Como la historia se repite una y otra vez, después de tanta guerra y batallas peninsulares, podemos decir haber heredado un buen nombre, eso sí, que ha valido su peso en oro y plata.

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