Se cumplen 25 años del estreno de Titanic, la película de James Cameron que permitió ver navegar al famoso transatlántico una vez más.
Son muchas las teorías que envuelven este naufragio. Son parte de las historias, las anécdotas y los secretos que se ocultan a casi 4000 metros de profundidad.
El Titanic dejó tras de sí más de 1500 fallecidos en las frías aguas del Océano Atlántico, tras quedar sentenciado por un iceberg.
En el Titanic había 14 peninsulares, 11 españoles y 3 portugueses
A continuación queremos rescatar del olvido de la historia a los españoles y portugueses que iban en ese barco, para que desde este rincón, perviva su memoria.
José Netto Jardim: Era un peón agrícola nacido en 1890 en Lombo das Laranjeiras, en Madeira. Decide emigrar a Nueva York, donde ya estaba su hermano y una tía. Era padre de una niña, con la que se sacó una foto antes de embarcarse en el Titanic en Southampton como pasajero de tercera clase (billete número SOTON/OQ 3101305, £ 7,1 s). Falleció en el naufragio y su. familia fue indemnizada con 400 escudos.
Manoel Gonçalves: Este pasajero portugués de 38 años, tenía cinco hijos y decide emigrar a EEUU para poder criarlos. Su pasaporte tenía el número 580 por parte del gobierno de Funchal. Era amigo de José Netto y como él, fallece en el naufragio. Su mujer no se volvió a casar, falleciendo en los años 50.
Domingos Fernandes Coelho: Nacido en 1891 en Torreão, en Ponta do Sol en la Isla de Madeira. Era un joven portugués que fijó como destino también la ciudad de Nueva York. Fallece en el naufragio. Sus padres recibieron 60 libras esterlinas del Titanic Relief, que se funda con el objetivo de apoyar a las viudas y dependientes de la tripulación del Titanic que se perdieron en el desastre.
La White Star Line creó un fondo para apoyar a las viudas y dependientes de la tripulación del Titanic
Joaquim Brito: Natural del Algarve. Fue pasajero de segunda clase, pagando 13 libras por éste. Anteriormente había vivido en São Paulo. Su intención era volver a Brasil, a través de Nueva York, para reunirse con su familia. Murió en el hundimiento.
Víctor Peñasco: Pasajero español que embarca en Cheburgo, ocupando el camarote C-65. Estaba de luna de miel junto a su mujer y fallece en el hundimiento, diciéndole a su mujer “Pepita que seas muy feliz”, tras dejar a una mujer su sitio en un bote salvavidas. Su cuerpo nunca fue recuperado, esto supuso un problema para la herencia, a la que no se podría acceder hasta transcurridos 20 años de la desaparición. Se sabe que, para evitar la espera, se compró un certificado de defunción falso, comprando un cadáver que no tiene nada que ver con el joven Víctor. ¿Sabías que Víctor fue nieto de José Canalejas?
María Josefa Pérez de Soto: Era la mujer de Víctor Peñasco. Se embarcó en Cherburgo en la escalera de primera clase. Ella, junto con su criada Fermina Oliva fueron rescatadas en el bote número 8. Como ya sabes, estaba de Luna de Miel, que ya duraba 16 meses y que llevaba un gasto de 111 millones de pesetas, que al cambio eran ya más de 600.000 euros.
Fermina Oliva: Criada de la familia Peñasco, es una de las supervivientes al naufragio. Falleció en 1969 a la edad de 1969. Está enterrada en el cementerio de la Almudena. No tuvo hijos.
Encarnación Reynaldo: Natural de Marbella (Málaga). Se embarca en segunda clase. Sobrevivió al naufragio y no está claro que regresase a España.
Emilio Pallàs: Era un pasajero español que se embarcó en Cheburgo en la escalera de segunda clase. Quedó cojo después de saltar a uno de los botes salvavidas, tras romperse una pierna. Tras volver a Cataluña, tuvo una panadería.
Julián Padró: Este joven de 26 años, era chofer de profesión. Amigo de Emilio Pallàs, embarca en Cheburgo. No tuvo hijos. Falleció en 1968, a la edad de 83 años.
Emilio Pallàs se rompió una pierna al tratar de salvarse. Víctor Peñasco le deseó felicidad a su mujer. Las dos caras de la moneda en el Titanic.
Las hermanas Florentina y Asunción Durán: Eran dos hermanas españolas que se embarcaron en Southampton en la escalera de segunda clase. Florentina era la esposa de Julián Padró. Sobrevivieron al naufragio en el bote salvavidas nº 12. La primera regresó a España. Asunción, en cambio, parece ser que se quedó en la Habana.
Juan Monrós: Era un empleado, que había trabajado previamente como camarero en el Soho de Londres. Era la primera vez que montaba en barco. Falleció en el hundimiento, recuperándose su cuerpo por el barco CS Mackay-Bennett.
Servando Oviés: Un avilesino de 36 años que ocupó el camarote D-43, en la primera clase del Titanic. Era un comerciante y gerente de El Palacio de Cristal, una gran empresa fundada por asturianos y convertida en la principal referencia comercial en La Habana.
Gracias a la digitalización del archivo Nacional Británico hoy es posible saber la lista de los compatriotas que murieron en el Titanic: El barco de los sueños.
